viernes, 27 de noviembre de 2015

Actitud

Digo y me contradigo. Me contradigo e insisto en decir. Hago y deshago. Deshago y vuelvo a hacer. Construyo y derribo. Reconstruyo. Accionares desacertados que parecen ser una constante en muchos de nosotros. ¿Se trata de una inseguridad ante el entorno, o de lo contradictorio de la condición humana que dependiendo del momento emotivo en el que se vive se está de acuerdo o no con ciertas actitudes o acciones? ¿Será que, al fin y al cabo, tejemos y destejemos como Penélope esperando una utópica señal que nos haga saber que es aceptable lo que sigue para continuar?
Como quiera que sea la actitud no es buena, ya que desnuda dependencia o condicionamientos, y una absoluta falta de seguridad en que podemos hacer bien las cosas. Debemos tener más convicción al actuar, al hacer, al decir, pues si algo podemos dar por seguro, es que no vendrá Ulises alguno a rescatarnos, eso depende exclusivamente de nosotros mismos y de la actitud que tengamos ante la vida.

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