sábado, 18 de diciembre de 2021

La certeza que nos dejas

Cuando la mejor de las sonrisas se hace mueca sin aparente razón.

Cuando la más linda de las flores se marchita el primer día en el jarrón.

Cuando la permanente vos de aliento pasa a ser tan solo un buen recuerdo.

Cuando las ganas de curar a otros se han negado a sanar tu propio cuerpo.

Si vos, con tu coherencia, tu empatía, tu vitalidad, tu lozanía,

no has logrado vislumbrar un mísero resquicio de salida.

Pues la certeza absoluta que nos queda clavada en el pecho,

es que nadie está libre ni exceptuado de hacer lo que has hecho.


miércoles, 8 de diciembre de 2021

Tras de ti

Como aquel retoño que crece en medio de lo enmarañado de la selva, que retuerce su tronco y estira su tallo todo lo que sea necesario con la finalidad de encontrar la claridad que necesita para sobrevivir, así voy. Retorciendo mis raíces, resquebrajando mis ideales, ladeando mis pasiones, esforzándome cada día un poco más que lo aconsejable, con el propósito de encontrar tu luz, convencido de que al final eso me traerá la dicha que deseo. Pero, como tu luz me es esquiva, cada tanto las dudas me embargan y hacen que me pregunte si no estaré perdiendo el tiempo. Como sea, el tiempo jamás se recupera, y tu luz, aunque algo difusa y a veces errante, sigue allá al frente aún clamando por mí.

 

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Regalo del cielo

No soy creyente, es más, a veces no me creo ni a mí mismo, pero el caminar bajo la lluvia tiene algo de milagroso, de liberador. Es un regalo del cielo que te refresca la cara, que te baja la tensión corporal, que atenúa tus llamas interiores. Pero no sólo es eso, tal vez lo más milagroso que logra una llovizna al ir empapándote poco a poco es escurrir esas impurezas que te suelen enturbiar las ideas. Después de mojarte definitivamente ves todo más claro, como si lo observaras desde una óptica que antes no tenías. Sin exagerar, deberíamos cada tanto pararnos bajo la lluvia, mirar hacia arriba, elevar los brazos al cielo, cerrar los ojos y tan solo dejar que el milagro suceda.