viernes, 30 de septiembre de 2016

Sin ocurrencias

¿Qué extraños fantasmas ejercen su dominio sobre nosotros que tenemos casi la absoluta necesidad de escuchar algún tipo de sonido invadiendo nuestro ámbito de acción? ¿Por qué razón nos cuesta tanto guardar el silencio necesario que nos permita alternar con nuestros pensamientos? ¿Será que cada vez le tememos más al tormento del propio pensar, o es miedo a la osadía de elaborar conclusiones desatinadas, contaminadas o perversas que luego no podremos aceptar como nuestras?
Se conoce que las ideas productivas son consecuencia del trabajo de mentes calmas, sosegadas, en armonía con su entorno. Se vuelve poco menos que imposible generar algo rescatable cuando la atmósfera no se presta.
¡Ustedes tienen cada ocurrencia! Solían decirnos los mayores no hace demasiado tiempo. Ocurrencia: acción que en estos días que vivimos corre serio peligro de extinción. 

jueves, 22 de septiembre de 2016

Verdad a oscuras

Mientras haya claridad que ilumine su cara, el hombre soportará estoico el malestar que lo embarga y poco a poco lo carcome. En cuanto las penumbras escondan su humanidad, su rostro se estirará, y en silencio derramará lágrimas que nadie verá; aunque no por eso resultarán menos reales o sentidas. Lágrimas por discrepancias que no entiende, por actuares que no comprende, por penas que se han hecho parte del alma y de la carne.
Y al levantarse volverá a pintar su mejor sonrisa, la que durará todo el día para extinguirse al mismo tiempo que se apague la luz. 

Distinción

Intentó ser diferente, pero la igualdad mundana lo absorbió, fue devorado por la generalidad, y no tuvo más remedio que caminar a la par de los demás. Nunca pudo aceptar la sencilla e irremediable verdad de ser nada más que un símil de la mayoría. Esa permanente negativa a parecerse hizo que la depresión lo atrajera, que se hiciera parte de él, y lo terminara por depositar allá dónde paradójicamente no se hace distinción alguna entre unos y otros.

Vuelo rasante

Lo ilusorio de la perspectiva nos muestra a través de la lejanía la unión de dos caminos paralelos que nos consta que jamás se tocarán. De igual manera actúan las ilusiones creando un mundo imaginario que se desliza equidistante a nuestra realidad haciéndonos creer que algún día podrán fusionarse de alguna manera para así lograr la tan ansiada plenitud. Mientras más estrecha sea la distancia entre ambos o menos quiméricos sean los sueños más cerca estaremos de lo que ansiamos y puede que logremos disfrutar en la medida justa de lo que tenemos. No es malo tener sueños, nunca lo es, pero sí creo que deberíamos tener sueños de vuelo rasante, que viajen fuera del alcance del radar de la improbabilidad; sueños que sean factibles de alcanzar en un plazo razonable y con un esfuerzo que no nos lleve la vida. En resumen, tratemos de hacer posible la ilusión de la perspectiva.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Elección

No fue su intención ocupar ese lugar, más bien lo puso allí la ingratitud de la vida aunque él jamás se quejó. Las cosas siempre pasan por algo, solía decir. Derrochaba energía ante los demás en tanto que en soledad y por dentro poco a poco moría. Descartó la caridad de una docena de samaritanos para rodearse de igual cantidad de perros vagabundos que escuchaban sus excelsas historias y dividían su escasa comida. Mientras tuvo lucidez tuvo orgullo. Fue corajudo a su criterio, al de los demás casi un idiota y también un loco de atar. Una sonrisa dolorosa con tintes de mueca coronó su final. Tal vez con el último aliento aún pensó que se había salido con la suya, que había hecho lo que quería. Pudo haber vivido mucho más y mejor pero él eligió hacerlo así.

La salida del laberinto

¿Por qué me haces creer que la devolución del admirador es vital alimento para el artista cuando tan sólo debería bastar con su convencimiento? ¿Qué parentesco tienes tú con la inseguridad? ¿Acaso eres su amante furtiva y te confabulas con ella en el  arraigado de ideas enrevesadas e interrogantes existenciales?
Cruel y cizañera incertidumbre que hace tiempo me tienes extraviado en tus laberintos, te incito a que abandones la vileza de tus designios y me muestres la luz de la alternativa o un mínimo reflejo que me incentive a caminar hacia la claridad. Hazlo ya.