Y se me fue nomás mi chiquitito,
envuelto en blanca capa
de tules.
Se fue al cielo cual
dulce angelito
a jugar escondidas con
las nubes.
Me miró con ojitos
llenos de amor,
al vislumbrar el final
del camino.
Me dijo adiós en el
último clamor,
se dejó llevar en paz por
el destino.
No tardó su alma en
echar a volar,
cual esclavo liberado de
su cadena.
Y sumergido en inconsolable
pena,
me
fue imposible dejar de llorar.
Y se me fue nomás mi
chiquitito,
envuelto en blanca capa
de tules.
Se fue al cielo cual
dulce angelito
a jugar escondidas con
las nubes.
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