sábado, 25 de marzo de 2023

Maldito dolor

No hay hogar que contenga.

No hay refugio que proteja.

No hay palabra que acierte.

No hay caricia que suavice.

No hay calmante que atenúe.

No hay soledad que mitigue.

No hay mentira que disimule.

No hay cigarrillo que calme.

No hay bebida que postergue.

No, definitivamente no,

no hay nada para el dolor.

Cuando obnubila la razón.

Cuando anula el carácter.

Cuando lacera la piel.

Cuando estruja el vientre.

Cuando niega las lágrimas.

Cuando lo padece el corazón,

y en su bombear desenfrenado,

echa sangre y más sangre,

que se agolpa en tus sienes,

y amenaza con hacer estallar,

en mil pedazos tu cabeza.

Y se te nubla la vista.

Y percibes la levedad,

la laxitud de tu cuerpo.

Y sientes que te mueres.

Y solo por un instante,

te abandonas a la suerte,

te dejas llevar por inercia,

en el deseo de que suceda,

para así dejar de sufrir.

Pero, respiras profundo,

una vez y cien veces más.

Y al final te convences,

de que quizás valga la pena,

ir por un nuevo intento,

por más que continúe allí ,

tan evidente, el puto dolor. 

Incrédulo

Un día decidiste que ya era hora,
y sin más tiraste todo por la borda.

Fue en el mejor de los momentos,

y como en el peor de los cuentos,

te marchaste sin decir adiós.

 

Con la intención de no extrañarte,

a ese dilecto lugar negué mi visita,

para no rememorar nuestras citas.

Cual marino se aleja de los mares,

si la profundidad lo seduce.

 

El universo debería ser más vivo,

ya que un amor como el nuestro,

el final debería tener prohibido.

Y, en cambio, se me ha impuesto,

el castigo de la tristeza.

 

Y como extraviado en un laberinto,

seré un viajero errante por la vida,

que no encontrará jamás la salida.

Pues nunca creeré se haya extinto,

por más que el destino lo diga .


Engañándome


Han pasado ya los buenos años,

y en este caminar sin asperezas,

no le hago espacio a extrañezas,

ya no caben reproches ni regaños.


Aún me asalta el sabor a nostalgia,

de ese pasado colmado de magia.

¡Qué sacrilegio que al gran mago,

ya no le quedaran trucos a mano,

para resolver esa contingencia,

que nos sumió en la indiferencia,

dejando al gran amor olvidado!

 

Continúa el sangrado de las heridas,

que mi perversa imaginación inflige,

pues con su maliciosa inventiva erige,

lo bonita que a tu lado sería mi vida.

 

Es cierto, han pasado los buenos años.

Pero, en mi caminar sí hay asperezas,

tienen tanto espacio las extrañezas,

que hasta caben reproches y regaños.

La ilusión es el secreto


La atracción que ejerce un imposible,

desde que recuerdo me ha encantado.

Mas, a veces, su designio he doblegado,

quitándole el triste mote de infalible.

 

Aunque han sido más las ocasiones,

que he debido declinar y rendirme,

sigo con la frente alta y paso firme,

deslumbrado por sueños y visiones.

 

Me tacharon de ilusorio y de utopista,

que ella estaba muy lejos de mi alcance .

Sin embargo, acá estoy en el gran trance

de haber acordado con la beldad una cita.

 

¿Cómo se puede mirar más adelante

si no te aferras con fe a un imposible?

Es incoherente, es incierto, es increíble,

no contar con fantasías ni detonantes.

 

Hay quienes transitan orondos la existencia,

y pareciera no afectarlos nada en el intento.

Aunque los escépticos digan que es cuento,

la ilusión es el enigma, credo a la creencia.

viernes, 24 de marzo de 2023

Sumisión


Lo vio y no pudo evitar pensar,

que él le daría vuelta la cabeza.

Y a pesar de semejante certeza,

lo siguió por cielo, tierra y mar.

 

Él, a sabiendas de su entrega,

con ella adherida cual abrojo.

la utilizó a exclusivo antojo,

le fastidió la vida entera.

 

Pero como todo tiene su colmo,

ella dijo un día hasta acá llegué,

ya es demasiado lo que aguanté.

Y le clavó un cuchillo en el lomo.

 

Él armó tal enredo en su cabeza

—en eso jamás se equivocó—,

que desde el día en que lo dejó,

para vivir ya no tiene fuerzas.

El momento es ahora


Por las caricias obstinadas de mis quimeras,

suelo desdeñar los arrumacos del presente.

El melodrama de mis recuerdos es exigente,

y opaca las tonalidades de mis primaveras.

 

No quieras conocer tanto mis antecedentes,

no pretendas ver mis cicatrices del pasado.

Puede que ventiles secretos bien guardados,

que lograrán que en presencia me ausente.

 

Sólo dedícate a compartir un buen momento,

que tal vez lo que tenga de propicio el futuro,

no sea mucho más que aquello que ya hubo.

Y el porvenir no es otra cosa que un cuento.


A escondidas con las nubes


 Y se me fue nomás mi chiquitito,

envuelto en blanca capa de tules.

Se fue al cielo cual dulce angelito

a jugar escondidas con las nubes.

 

Me miró con ojitos llenos de amor,

al vislumbrar el final del camino.

Me dijo adiós en el último clamor,

se dejó llevar en paz por el destino.

 

No tardó su alma en echar a volar,

cual esclavo liberado de su cadena.

Y sumergido en inconsolable pena,

me fue imposible dejar de llorar.

 

Y se me fue nomás mi chiquitito,

envuelto en blanca capa de tules.

Se fue al cielo cual dulce angelito

a jugar escondidas con las nubes.

domingo, 5 de marzo de 2023

Ansias de ti

Qué ganas de darte un abrazo de esos que dejan sin aliento y por siempre se recuerdan. Qué ganas de besarte hasta el hastío, aunque esto jamás ocurra. Qué ansias de que te recuestes junto a mí donde sea que el destino nos encuentre. Y que te dormites sobre mi pecho mientras entrelazo mis dedos en la suavidad de tu pelo, agradeciendo al cielo y las estrellas, y a quien sea que haya conspirado, por darme la posibilidad de estar contigo, aunque solo sea por una vez y nada más.
 

Dueños de una ilusión

Ojitos símil carozo de níspero,

brillosa mirada llena de amor.

Labios carnosos de excelso licor,

que dejar de besar, no quiero.

 

Delicado corazón de cristal,

una y mil veces maltratado.

Presea que me has confiado,

que prometo no hacerle mal.

 

Menester finito de raudas horas,

que detener hubiésemos querido.

Y así engañar al miserable destino,

que siempre nos cita con demora.

 

Y cumplimos con el retrasado anhelo,

de unir tu cuerpo y el mío al desnudo,

hasta sentir que éramos tan solo uno.

No han sido en vano tantos desvelos.

 

Tal vez haya sido un bonito sueño,

y no sea más que una pícara ironía.

O quizás el destino al fin nos sonría,

y nos haga de esta ilusión, dueños.