sábado, 29 de septiembre de 2018

Retracción


Como Amaia, quería escribirte la canción más bonita del mundo. Es que había olvidado por un momento que ese deseo no formaba parte de mis posibilidades de concreción, que más bien era casi un imposible. No me malinterpretes, no es que no te la merezcas. Es que quien tiene la mente tan profusa, el espíritu tan inestable y el pensar tan versátil jamás podría dedicarle la canción más bonita del mundo a alguien si no es por engaño. Seguramente escribiría algo muy bonito que a vuestros oídos sonara a música de arcángeles aunque, sin dudas, tendría una trastienda de mentira; y eso es algo que no me voy a permitir hacer ante una imagen tan inmaculada, tan noble y tan inocente como la de usted.

No hay comentarios:

Publicar un comentario