Un niño llora en algún lugar reclamando
atención. Dos gatos alternan sus maullidos disputándose tal vez la supremacía
en los favores a una gata en celo. Un gorrión, quizás sorprendido en su vuelta
a casa por el rápido anochecer, se ha refugiado debajo del bonete que cubre una
chimenea. Un búho desde su vista panorámica habitual sucede su clásico desorbitar
entre el llanto del niño, el ostentar de los felinos y el desplazar silencioso
de la gata de la discordia que aprovecha la distracción de los machos para
salir a cazar. Es posible que el gorrión
no tenga un nuevo amanecer y la gata se vaya a dormir con la panza llena,
relamiéndose, y olvidándose de cuestiones menos importantes.
Tan simple como la vida misma...
ResponderEliminarBonito