lunes, 8 de febrero de 2016

No ha lugar

Me reclamas la falta de motivos para dejar de verte. Es que tal vez no te hayas dado cuenta, pero yo vi la súplica en tu última mirada. Vi que tus ojos me pedían a gritos que te salvara. ¿Y cómo podría yo hacer tal cosa cuando mil demonios interiores me tienen al tras perder y ni siquiera a ellos puedo controlar?

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