martes, 28 de septiembre de 2021

Resignación

Si ella pudiera verlo allí, con la vista perdida en la lejanía, con ese decaimiento que solamente presenta alguien con el alma estrujada, le preguntaría: “¿En qué pensás, si estoy acá, a tu lado como siempre?” Y él piensa… Piensa que le hubiera encantado hacerla feliz, verla con esa sonrisa fantástica pintada eternamente en su cara y no sólo de a ratos como sucedía. Bien sabe Dios que lo intentó de mil maneras, incluso a costa de su propia felicidad, pero jamás pudo encontrar ese punto exacto donde la plenitud se hace presente y echa raíces. Él depositó las flores en la base de la lápida, se persignó, y echó a andar con su pesar a cuestas rumbo a continuar con una vida a la que le falta un propósito.


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