Si ella pudiera verlo allí, con la
vista perdida en la lejanía, con ese decaimiento que solamente presenta alguien
con el alma estrujada, le preguntaría: “¿En qué pensás, si estoy acá, a tu lado como siempre?”
Y él piensa… Piensa que le hubiera encantado hacerla feliz, verla con esa
sonrisa fantástica pintada eternamente en su cara y no sólo de a ratos como
sucedía. Bien sabe Dios que lo intentó de mil maneras, incluso a costa de su
propia felicidad, pero jamás pudo encontrar ese punto exacto donde la plenitud
se hace presente y echa raíces. Él depositó las flores en la base de la lápida, se persignó, y echó
a andar con su pesar a cuestas rumbo a continuar con una vida a la que le falta
un propósito.
Este es mi borrador virtual. Todos los textos son de mi exclusiva autoría. No siguen ninguna línea específica ni hilo conductor, ni siquiera una cronología. Publico compulsivamente cuando tengo ganas, y cuando no las tengo me pregunto por qué pierdo el tiempo en hacerlo. Soy así. Las imágenes fueron tomadas de Internet.
martes, 28 de septiembre de 2021
Resignación
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