De los señalados y de los que señalan.
De los que hablan demasiado y de los
que no hablan.
De los que prometen todo y de los que no
se comprometen a nada.
De las bestias renacidas y de tus similares
que nacieron bestias.
De la cobardía de los unos y de la
valentía de los unidos.
Pero, sobre todo, cuídate de aquellos
que lloran miserias encaramados en lo alto del pedestal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario