sábado, 24 de febrero de 2018

Abducción

Fuimos arrancados de cuajo del trajinar habitual para ser depositados en un limbo de placer. Y pasamos a ser entes voluntariosos encerrados en una atmósfera repleta de sensaciones, succionados por pasiones súbitas de pensares en suspenso. Las imágenes de cuerpos desnudos entrelazados y gemidos ahogados que se confundían, fueron las únicas fluctuaciones que alteraron la catalepsia del estado ideal que nos embargó. Viajamos por el túnel infinito, inventamos vericuetos imposibles, encontramos sensibilidades nuevas, y vimos juntos la luz del final. 
Luego del eterno momento, apesadumbrados, tuvimos que volver. Ya muñidos de albedrío la única queja que podríamos asentar en el libro de la vida es la brevedad del instante.

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