sábado, 23 de enero de 2016

Conjeturas sobre un fracaso

Puede que no le haya gustado que lo vistieras de pies a cabeza cuando con harapos se sentía bien.
Puede que no deseara que le regalaras ese viaje cuando en su imaginación, ha ido hasta los confines del Universo.
Tal vez no quisiera que le obsequiaras ese reloj o el anillo cuando lo que más apreciaba eran las virtudes abstractas.
Tal vez hasta no se habría molestado con que la casa estuviera desordenada o con que cocinaras horrible, si tan sólo le importabas tú.
Quizás hasta podría haber sido feliz con que lo esperaras cada día con una sonrisa amable y sincera, con que tus labios le hubieran murmurado un te extrañé, y te habrías dedicado a brindarle ese cachito de afecto que necesitaba para seguir andando.

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