martes, 29 de septiembre de 2015

Zona franca

Sé que contigo no pago concesiones, no necesito permisos, ni rendiré cuentas. Sé que puedo llegar, instalarme y pasear por tu cuerpo como si fuera mi propiedad sin más limitación que las que demarcan tus curvas. Sé que no te opondrás a ello ni siquiera cuando tus emociones bajo mis influjos se disparen sin control; te conozco. Sé que en ti puedo plantar y arrancar, escribir o garabatear,  dibujar y pintar, contornear o apretar, invadir y desocupar, comer y volar. Sé que tu mirada y mis caprichos se confabulan cada vez para susurrarme que proceda. Sé que por más que nunca me haya ido siempre volveré.
Tú eres área liberada para mí y podré hacer contigo lo que desee porque sé que deseas que así lo haga.

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