jueves, 6 de agosto de 2015

Desalmados


Fue en un arrebato de locura
Que me obsequiaste tu alma
Manoseada, ultrajada, herida
La albergué, la curé, y le di calma

Le transmití la fortaleza de la mía
Para que pudiera salir del sopor
Como el fénix resurgió de las cenizas
No tardó su palidez en cubrirse de color

Aunque con prontitud se dio cuenta
Que no estaba en su lugar
Me hizo culpable de su orfandad
Y partió en búsqueda de su radar

Sin querer, o no, consigo se ha llevado
A mi alma que nula resistencia opuso
Con actuar de enamorada
Bajo dominio de racionar obtuso

¿Ahora qué haremos los dos
Sin alma, sin esencia, sin control
Con nuestros cuerpos hambrientos de sexo
Sin ética ni moral, y carentes de valor?

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