viernes, 28 de agosto de 2015

Víctima

Cuando estabas convencida de que lo tenías todo bajo control. Cuando dabas por sentado que habías llegado inmune y completa a la cúspide de la parábola vital y te habías sentado en ella a disfrutar del logro muy segura de ti misma. Cuando instalada allí dejabas que transcurriera el tiempo mientras te sumergías en ese estado de sopor que te hacía pensar que eras feliz con lo poco o mucho que tenías, considerándolo suficiente. Cuando creías que no existía persona alguna sobre la tierra que te pudiera mover el tablero y hacer que se te derrumbaran las piezas que tan bien habías acomodado.
Pues justo ahí, en ese instante de relajación, apareció. Supo ser muy oportuno. Con una mirada te inmovilizó. Con una palabra encendió todas tus señales de alerta.  No pudiste siquiera levantar una mano para impedir que pronunciara la frase que apagó las luces de precaución y dio paso al verde dejándote librada a sus caprichos. Tampoco pudiste decir nada porque ya te habías derretido cuando de su seductora voz se desprendió ese imperativo que jamás creíste pudiera hacer tanta mella en tus fibras más íntimas. Entonces, y a pesar de la momentánea inmovilidad corporal, apreciaste que él era como ese rayo que te cae encima, sin permiso, sin aviso; poderoso, avasallador y aleatorio. Y que ese instante todo lo cambió y ya nada volverá a ser como era porque… porque te das cuenta de que eres una víctima de la fuerza del amor. 

miércoles, 26 de agosto de 2015

Textos que desnudan

Percibo en la sinuosidad laberíntica de tu escritura
Lo que tu boca no se anima a pronunciar a viva voz
Leo entre líneas confesiones sutiles de muy íntimos secretos
Que sugieren extensos letargos de pasiones y contenidas locuras
Que ruegan emerger en libertad profiriendo gritos silenciosos

jueves, 20 de agosto de 2015

Dulce muerte

Aliso tus cabellos
Acaricio tus pies
Sé desde el principio
El final de mi camino

Mis labios en tus párpados
Mis yemas en tus piernas
Avanzo con la convicción
De saber adónde voy

Mi boca en tu boca
Mis dedos en tus muslos
Me invade la certeza
Del objetivo cercano

Rastros de besos en tus senos
Roces de manos en tus nalgas
Procedo con la seguridad
De que ya no hay vuelta atrás

Tu vientre y mi lengua
Tu sexo y mi hombría
Tu pasión y mi lujuria
En entrelazado mortal

viernes, 14 de agosto de 2015

Alma de voyeur

Desde que recuerdo me gustó observar sin ser observado. Tal vez en un principio haya sido producto de un miedo o una falta de actitud o cobardía ante los demás por el errático creer ser inferior a ellos. Pero luego pasó a ser una costumbre o un proceder estudiado puesto que ya había aprendido que de esa forma podía obtener más rédito, ganar experiencia o adquirir enseñanza en ese juego de escuchar o de ver sin participar o ser visto. Quizás lo que empezó como un inocente escabullirse para pasar inadvertido luego se transformó en una actitud netamente egoísta con el fin de sacar partido de las situaciones. Así, en los colectivos siempre viajaba en los últimos asientos, en los cines me ubicaba detrás de todos, en las pocas reuniones a las que concurría me podían encontrar en un lugar entre sombras con una pared a mi espalda. Creo que mis textos traducen parte de esa modalidad. Suelo mostrar los escenarios al detalle, narro lo indispensable para no desnudar mis intenciones, pero a la vez doy a entender demasiado a sabiendas de que nunca aclararé cuánto es verdad y cuánto invención.

La esencia del Marqués

Si el castigo impuesto por exagerar deliberadamente en la admiración de tanta divinidad femenina fuera la ceguera.
Si se me condenara a la pena de la senilidad porque dieran por juzgado que ya he visto todo lo factible de ser visto, incluyendo el voyeurismo realizado a través de la cerradura de una infinidad de ocultas intimidades.
Si la condena por palpar, acariciar y satisfacer una y mil veces la belleza impúdica sin posibilidad alguna de hastío fuera que se me cortaran las manos.
Si toda vez que disfrute de los placeres para la mayoría vedados se me nominara a la crucifixión y eso me acercara a pasos acelerados a las mismísimas puertas del infierno
Pues, queridos mortales, nada de eso me preocuparía en absoluto. Por más que se esmeren en silenciarme empleando cientos de diversas estratagemas, tendré siempre la certeza de que no existe algo más acá que la muerte que logre hacerme desistir de llevar a cabo mis particularidades. Jamás podrán censurar mi imaginación.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Relatividad

Es la hora del crepúsculo matinal aunque al sol parece no haberle sonado el despertador y arrancará tarde su jornada. Llueve pausadamente. El agua se desliza en suaves cascadas por los cristales laterales del ómnibus; empañándolos y haciendo que se difuminen las imágenes exteriores dibujando figuras grotescas. Las luces de la autopista transitan raudas a nuestro lado en la ilusión de que flotamos en un mismo lugar. Otras más lejanas permanecen estáticas ante nuestro desplazar desintegrando en mil pedazos tal ilusión, y traen a mi recuerdo teorías de Galileo y Einstein acerca de la relatividad. Si no fuera por un par de cotorras humanas situadas a mi espalda que relatan a viva voz tristes aconteceres de sus aburridas vidas, me habría dormitado bajo el embriagante influjo de tu excelso perfume en perfecta combinación con lo eximio de tu cuerpo, extraña morocha de ojos claros.

jueves, 6 de agosto de 2015

Desalmados


Fue en un arrebato de locura
Que me obsequiaste tu alma
Manoseada, ultrajada, herida
La albergué, la curé, y le di calma

Le transmití la fortaleza de la mía
Para que pudiera salir del sopor
Como el fénix resurgió de las cenizas
No tardó su palidez en cubrirse de color

Aunque con prontitud se dio cuenta
Que no estaba en su lugar
Me hizo culpable de su orfandad
Y partió en búsqueda de su radar

Sin querer, o no, consigo se ha llevado
A mi alma que nula resistencia opuso
Con actuar de enamorada
Bajo dominio de racionar obtuso

¿Ahora qué haremos los dos
Sin alma, sin esencia, sin control
Con nuestros cuerpos hambrientos de sexo
Sin ética ni moral, y carentes de valor?

Sin correspondencia

Te saca el aire
Te presiona el pecho
Te quita el hambre
Te cierra la garganta
Pero de amor no te mueres

Obsesiona tu mente
Obnubila tus sentidos
Obceca tu accionar
Encasilla tu pensar
Pero de amor no te mueres

Te hace presa de su asecho
Te atrae aunque te opongas
Te sujeta de pies y manos
Te hiere y te deja cicatrices eternas
Pero de amor no te mueres

Perdonas lo imperdonable
Desciendes a lo más bajo
Y convertido en piltrafa
Sos esclavo de su tiranía
Pero de amor no te mueres

Se te desgarra el corazón
Se te astilla el alma
Se te apaga lentamente la vida
Y entonces en el último aliento,
te das cuenta que…
… que de amor sí te mueres.

Realidad virtual


No podrá la distancia
No actuará el olvido
No influirá el tiempo
Ni la desidia del destino

Dos incondicionales voluntades
Han forjado estrechos lazos
A pesar de la arrogante lejanía  
Que ni a lo evidente hace caso

Ella libre en las sierras
Él atado en los llanos
Son nada mil kilómetros
Cuando se va de la mano

Distancia, ilusión, destino
Libertad, deber, nudo virtual
¿Será amor platónico o desatino?

lunes, 3 de agosto de 2015

Ilusa ilusión

¿Por qué será que uno nunca termina de desestimar esa estúpida ilusión que nos hace creer que todo volverá a ser como alguna vez lo fue?

Intoxicados

En el inevitable juego de la vida absolutamente todo es un tome y traiga, un ir y venir, o un dar para recibir. Idealistas, o hipócritas disfrazados como tal, por favor mantenerse al margen o abstenerse de opinar. Cuando damos u ofrecemos algo siempre esperamos una retribución, así sea tan solo un beso, una caricia, un abrazo, una simple mirada de agradecimiento o una frase movilizadora. Es fácil decir o hacernos creer que existe una persona “tóxica” a nuestro lado por el hecho de que nos exige algo a cambio de lo que nos brinda y por ende está corrompiendo nuestro libre albedrío, nuestra voluntad de hacer lo que queramos. Y hasta nos convencen de que debemos ladear a esa persona para poder continuar con una vida normal basada en hacer lo que se nos antoje sin ningún tipo de imposiciones. Lo más probable es que nos volvamos a relacionar con una persona muy similar a la que desestimamos. ¿Saben por qué? Pues porque todos somos culpables y todos somos inocentes en el juego de las relaciones y siempre tenderemos a atraer al mismo tipo de personas debido a que nos hemos formado un ideal subconsciente que nos hace imán de símiles. Y si se da que no logramos congeniar con nadie habrá que pensar que tal vez los tóxicos no son los demás.