miércoles, 13 de mayo de 2020

Reincidencia


Es que solías tener la extraña manía,
de tocar a las puertas de mi perdición.
En el preciso momento que mi salvación,
entregada al delirio, de un hilo pendía.

Conoces bien de mis quebrantos,
y sabes que no se trata de patrañas.
Es que dolió hasta en las entrañas,
aquello de haberte querido tanto.

En vano intento de que mire atrás,
retorna en ingrato castigo el pasado.
Será bueno habernos reencontrado,
si no nos perdemos nunca más.

Y hemos vuelto otra vez a reincidir,
en el subterfugio ese, de extrañarnos.
Como si de verdad pudiéramos amarnos,
engañando a las penas en un cuchitril.

¿Y me podrá usted explicar
por qué extraña maldita razón,
hemos dejado pasar aquella ocasión
de subirnos al cielo a volar?

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