Cientos de frases significativas y altisonantes,
registraciones de alto valor específico, combinaciones ingeniosas de palabras
nunca antes entrelazadas, aseveraciones superlativas que despejan toda duda, verdades
universales que aún tienen aplicabilidad. Todo ese cúmulo mezcla de sabiduría y
experiencia será automáticamente dilapidado sin prejuicios, pasará por los
dominios de la inadvertencia, y caerá en sacos sin fondos para desperdigarse por
el amplio espectro del olvido. Pues no hay hombre, aunque sea el más avezado de
los oradores, que no se quede sin palabras al dejar atrás el lugar que siempre
creyó su lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario