martes, 22 de agosto de 2017

Ocaso

Piensa en la interminable cantidad de suelas que ha gastado de tanto caminar la vida, y también piensa que quizás debió andar menos y vivir un poco más.
Piensa en todo el tiempo que ha perdido buscando lo que podía haber encontrado ahí nomás en el mismísimo radio de acción de los sentidos.
Piensa en aquello que ha quedado relegado en la pesada mochila que encorva su espalda, en lo mucho que le quedó para dar y en todo lo que deseó recibir.
Piensa que por más que los caparazones se tornen duros y parezcan impenetrables siempre habrá un resquicio por dónde se les escape la sensibilidad. 
Piensa… piensa que ya no tiene a quién obsequiarle esa hermosa flor que descansa entre sus ajadas y temblorosas manos.

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