Y sí, todavía sueño con besos que me reciben, con ilusiones que me
esperan, y con la voracidad de una auténtica pasión que consuma mis ansias y logre
llevarme al mayor de los éxtasis. Despierto con los mejores deseos, y transito
la jornada con buenas intenciones, a pesar de los inescrupulosos de siempre y la
horda de pelotudos que suele cruzarse en el camino. En contrapartida, en el
ocaso de cada día, quisiera rescatar al menos un gesto plagado de sinceridad, así
sea tan solo un abrazo, una sonrisa espontánea, o un guiño de complicidad; un
detalle de esos que con su sola ocurrencia logran inyectar el combustible
necesario para volver a arrancar. Creo que no es mucho pedir.
Ricardo, se me ha ocurrido que todo eso que deseas y quieres para vos te ocurre o te ha ocurrido.
ResponderEliminar! Quizás ! Y solo quizás, no estás atento, presto,a disfrutarlo. Suele ocurrirle muy a menudo a espíritus sensibles e insaciable.Digo nomás !!!!!!
Suele ocurrirle