Es que a veces es tanto el esfuerzo
que hay que hacer para recibir unas migajas de recompensa, que a uno ya no le
quedan ganas de subirse de nuevo al tren de la perseverancia. El regadío de
sudor y lágrimas que he derramado por el derrotero de los merecimientos con el
fin de lograr una distinción, jamás será bien amortizado por lo efímero de la
sonrisa de la fama. Si no continúo llamando la atención con histerias y mentiras,
unas horas después seré parte del olvido. Ahora, a pesar de todo eso, y a
sabiendas de que mis intentos no suelen redituar ni mucho menos permanecer, por
el encanto de tus historias, mujer de los sueños, empeño la vida y mucho más.
Este es mi borrador virtual. Todos los textos son de mi exclusiva autoría. No siguen ninguna línea específica ni hilo conductor, ni siquiera una cronología. Publico compulsivamente cuando tengo ganas, y cuando no las tengo me pregunto por qué pierdo el tiempo en hacerlo. Soy así. Las imágenes fueron tomadas de Internet.
martes, 29 de noviembre de 2022
Musa de los sueños
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