martes, 17 de septiembre de 2019

Lo sé


Y sí, como sin querer, como quien no quiere la cosa, sin llamar la atención, sin rimbombancia alguna, entraste en el radio de acción de mi radar. Eras tan solo un puntito más entre una constelación de puntitos intrascendentes. Pero hubo un no sé qué que llamó mi atención. Tal vez un casi imperceptible brillo diferente que no pasó inadvertido ante mi particular descrédito por las cosas habituales. Y mi repentino estado de alerta, te alertó. Y ese pequeño brillo fue luz cegadora que se transformó en belleza transparente, en presencia etérea que hizo contacto supremo conmigo. Y ahí supe que era tarde para desestimar, que aquella intrascendencia era la calma que antecedía al huracán, y que ya estaba inmerso en el mismísimo ojo.
Y sé que ya nada será igual, que de ahora en más harás lo que desees con este servidor, y que no me disgusta para nada este estado.

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