lunes, 27 de agosto de 2018

Idea fija

Las suaves curvas que se suceden en el camino me recuerdan a las acogedoras sinuosidades de tu cuerpo.
Las leves subidas y los tenues declives representan con exactitud la armonía de tus senos.
Un misterioso y oscuro precipicio me atrae tanto como la hendidura de tu sexo. Estoy perdido, en él me hundo.



Mujer dos por cuatro


Posees la sensualidad melodramática del tango. Esa pasión escondida que transita por los subterfugios del doble interpretar. Ese desplazar sigiloso en puntitas de pie que no obstante va dejando pisadas de fuego por donde caminas. Esa insinuación, que nunca deja de ser solo eso, de dejarte dominar por el hombre cuando en realidad tienes todo bajo control. Ese papel de mujer fría que en vez de generar rechazo, atrae, emboba y  engancha en un santiamén como lo hace tu pierna con la de tu ocasional pareja. Mujer fatal. Mujer fetiche. Mujer dos por cuatro.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Una pizca de calor


La enésima helada no tuvo consideración alguna con los escasos verdes y los extensos marrones que presentan los campos en este crudo invierno, los cubrió íntegramente con su blanco manto inmaculado, manto que curiosamente a nada abriga y a todo lo torna gélido.
El sol abrió apenas los ojos, pero al ver el desamparo reinante decidió no participar de tal despropósito, se cubrió de pies a cabeza con la gruesa manta de los días plomizos. Seguramente dormirá hasta tarde o, quién sabe, tal vez ni siquiera se levantará hoy.
Las ramas desnudas y oscuras de los árboles permanecen impertérritas, valientes ante la intemperie o, quizás, temerosas de hacer algún movimiento ingenuo que enfurezca al fantasma de los vientos o desate la ira de las tempestades y estos terminen por venir a azotarlas. Tan sólo ofician de toboganes para que se deslicen las gotas producto de la helada que la tenue alza de la temperatura diurna ha logrado derretir.
Como oponiéndose a ese cuadro desolador, una paloma empolla su único huevo en un poco menos que patético nido hecho con una docena de pajas cruzadas ubicado en la horqueta que forman un par de ramas. Y allí está, expuesta a todo aunque con la convicción absoluta que le da el ciclo de la naturaleza, como una muestra latente de calor entre tanto frío.

martes, 14 de agosto de 2018

Ser y no ser

Quisiera ser ese intrépido que en la impronta de los pensamientos y en la valentía de los sueños indefectiblemente termina por ir a tu encuentro. Ese que te busca hasta que te encuentra, y cuando está frente a ti, concreta. Y no ser el ente pusilánime que espera el guiño improbable de un lánguido destino, que al fin tome la decisión de traerte a mí sólo porque él lo ha determinado. En tanto, en esa indecisión entre ser y no ser, la vida se escurre en horas insulsas y letargos interminables.

Torbellino


Existe por cada uno de nosotros esa persona especial que tiene la virtud de darnos vuelta la cabeza, de socavarnos los cimientos y hacer tambalear nuestra estructura sentimental por más bien arraigada que esté. Esa persona por quien transgredir las reglas o traspasar los límites se puede tornar moneda corriente, ese torbellino que nos mueve a su antojo y que logra que hagamos cosas que por nadie más haríamos bajo ninguna circunstancia. Ocurre que la mayoría no ha tenido la suerte —o desgracia— de haberla encontrado.

viernes, 3 de agosto de 2018

La magia en tus ojos


En esta vida dominada por claros y oscuros
Solía ver todo en tonalidades de grises
No entendía cómo en ese contexto adverso,
cómo era que algunos se sentían felices

Moría en la intrascendencia de los días sin fin
Vagaba perdido en la incertidumbre sin luz
Bastó que tus ojitos tristes se fijaran en mí
Para que todas mis razones de ser, fueran tú

Solía pregonar en mi andar por el mundo
Que romper las reglas por pasión era locura
Tantas propuestas rechazadas con no rotundo
Y ahora entre falencias reincide mi cordura

Moría en la intrascendencia de los días sin fin
Vagaba perdido en la incertidumbre sin luz
Bastó que tus ojitos tristes se fijaran en mí
Para que todas mis razones de ser, fueran tú

Pinté con colores el amplio universo de mis grises
Disimulé oscuridades y puse sombras a la diafanidad
Para que al fin brillaran por mí tus ojitos tristes