miércoles, 11 de octubre de 2017

Culpable hasta que vuelva el sol

Escucho reclamos ahogados que escapan por las apretadas hendijas del reino de los silencios. El lamento lejano de un violín parece querer arrastrarme al recuerdo de la triste sinfonía producto del interminable llanto tras mi partida. Algo sombrío y perturbador ha borrado tu sonrisa y extinguido el brillo de tus ojos.
Los reclamos son para mí. El lamento es por mí. La nube que oscurece tu mirada… Esa nube soy yo. Aunque soy tan solo eso, una nube que desaparecerá cuando vuelva el sol.

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