martes, 20 de octubre de 2015

Dulce borrachera

Me seduce y me subyuga que usted se abra de cuerpo y alma como aquella flor lo hace a la salida del sol. Sólo haría falta que yo simulara los cálidos rayos y me inmiscuya subrepticiamente por entre sus ofrecidos pétalos para terminar por embriagarme con el néctar de su pasión.

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