Soñé
con una bella amante y la sinuosidad de su cuerpo deslizándose sobre el mío en
mi cama. Entre sueños pude apreciar que mi pareja se retorcía de placer a mi
lado susurrando un nombre que no era el mío. La triste realidad del despertar
en falta con miradas esquivas nos encontró juntos sin siquiera habernos tocado.
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