viernes, 17 de junio de 2022

A la espera

Ya sumergido en el hartazgo por la falta de concreción, ha dejado de seducirme lo intangible. El poder de los sueños ya no ejerce supremacía sobre mí. El magnetismo de la utopía ha transmutado a simple rechazo. Cuestiones nada halagüeñas, pues de ello se alimenta el paso siguiente, se nutre el porvenir. Me exasperan en el discurrir habitual: la llanura del paisaje, la monotonía en el pensar, la sucesión inalterable de los hechos, lo trillado de las cuestiones, la intrascendencia del paso del tiempo, la volatilidad de las buenas intenciones. Todo lo cual es todavía más nefasto que lo anterior. Aún así, continúo engañándome y estoy a la espera de que suceda algo que me sorprenda , que me agarre de las solapas, que me levante en vilo, que me zamarree  y me susurre al oído: “viste que valía la pena tanta espera”

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