He dado por tierra por propias
intenciones con todas y cada una de las ilusiones que yo mismo he forjado. Es
que he olvidado demasiadas veces que el imán de la gravedad tiene un notorio
influjo y que no hay manera de levitar por el firmamento yendo a la caza de
utopías sin estrellarse, o de crear alas que tengan la suficiente fortaleza
para dejarse llevar sin el perjuicio de ser atraído por lo que se ha dejado
atrás. Sigo con los pies sobre la tierra, sujeto por el peso de las cadenas que
yo mismo he fijado sobre los cimientos de las buenas costumbres ajenas y los ideales de los demás.
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