Cuando ocurre que entreabres los labios y se te escapa
sin permiso y sin esfuerzo un te quiero.
Cuando cierras los ojos y te dejas llevar por el impulso
de tus pensamientos, y ellos terminan por recalar siempre en los mismos ojos,
en la misma boca, en los mismos besos, en las mismas curvas, en los mismos
precipicios; en las estaciones de su ser que tan bien conoces pero que nunca aburren
y jamás hastían.
Cuando eso sucede es que has encontrado lo que tal vez sin darte cuenta andabas buscando.
Cuando eso sucede es que has encontrado lo que tal vez sin darte cuenta andabas buscando.