martes, 30 de marzo de 2021

Réquiem

Y aquí me he quedado, purgando la pena por no despedirte, por dejar que partieras sin decirte adiós. Tuve la oportunidad de mirarte cara a cara, de pedirte explicaciones, de aclarar antiguos sinsabores que corroían día a día mis entrañas, pero… pero no sé si fue la falta de  atrevimiento para enfrentar la situación, o quizás la inseguridad hecha cuerpo producto de tantos secretos sin revelar la que atentó contra ese posible encuentro. Ya no importa. Y andarás por ahí, tal vez cuestionando esa actitud cobarde o la carencia de sensibilidad de mi parte. No obstante ello, opto por tragarme una vez más la rabia, apago mis iras tantas veces avivadas, y oculto mis recuerdos —ya que olvidarlos no puedo—, te pido perdón y te absuelvo de toda culpa. Descansa en paz.

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