Mi imaginación no vuela
sola, vuelo con ella, y tú siempre te incorporas a nuestro vuelo. Y volamos
juntos: tu imaginación y la mía, tu ser y mi ser. Y en ese placentero discurrir
no existe alguien, razón valedera o intromisión alguna que sea capaz de dividirnos
o detenernos. Y así, dichosos y altaneros, volamos juntos hasta estrellarnos
contra la realidad que nos separa.
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