sábado, 5 de noviembre de 2016

Me acompañas...

Es que das una mínima muestra de tu presencia y la dura realidad se dirige al andén de la estación del último tren, y se sube y se esfuma como producto de la magia de tu encanto. Es que tú sabes cómo acompañar, entiendes que no es ir tras de, ni tampoco caminar bajo su sombra o girar a su alrededor. Acompañar para ti es tener a la otra parte siempre presente, ya sea en el pensamiento o la invocación, en el sueño o el deseo, en la necesidad o el silencio, en la presencia o la oscuridad. Sé que me piensas y me encantaría acompañarte, e incluso hasta iría tras de ti. 

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