Detenerse a contemplar una puesta de sol. Levantarse temprano y ver el
amanecer de un nuevo día. Mirar el reloj, entornar la vista y contar el tic tac
durante sesenta segundos para luego volver a mirarlo y comprobar que
transcurrió exactamente un minuto. Oír la mansedumbre de la lluvia golpear el
techo sabiendo que te puedes quedar acostado un rato más. Sentarte y al fin
poder asentar esa idea que te estuvo rondando, con serio peligro de extravío,
durante todo el día. Recibir una respuesta afirmativa a aquella propuesta que
realizaste sin convicción alguna. Observar tu silueta a contraluz y no terminar
de creer que has sido parte de esa maravilla.
Este es mi borrador virtual. Todos los textos son de mi exclusiva autoría. No siguen ninguna línea específica ni hilo conductor, ni siquiera una cronología. Publico compulsivamente cuando tengo ganas, y cuando no las tengo me pregunto por qué pierdo el tiempo en hacerlo. Soy así. Las imágenes fueron tomadas de Internet.
sábado, 19 de noviembre de 2016
Convicción
Pasarán miles de nubes y traicioneras tempestades, circularán tantos soles
y lunas como sea necesario, caerá una infinidad de hojas y migrarán cientos de
aves, se alternarán calores abrasadores y penetrantes fríos, aviones y trenes
gastarán en idas y vueltas sus intrincadas vías, gobiernos, políticas y modas se
sucederán y terminarán siendo parte de la historia; transcurrirá, impertérrita
y átona, la vida ante mi presencia pero no me moveré ni un ápice de acá, pues
sé que este es el único lugar donde tú me puedes encontrar si decidieras al fin
venir a buscarme.
sábado, 5 de noviembre de 2016
Abortos
¿Son amarguras que empeñan
la vida o la vida invertida en penas?
¿Es la viveza del
oportunista o la oportunidad que tienta al vivo?
¿Resignación vital a la
espera de la muerte o vivir con esperanzas olvidándose del obvio final?
¿Es sangre que se lleva vida
o vida que se va en sangre?
Me acompañas...
Es que das una mínima
muestra de tu presencia y la dura realidad se dirige al andén de la estación
del último tren, y se sube y se esfuma como producto de la magia de tu encanto.
Es que tú sabes cómo acompañar, entiendes que no es ir tras de, ni tampoco
caminar bajo su sombra o girar a su alrededor. Acompañar para ti es tener a la
otra parte siempre presente, ya sea en el pensamiento o la invocación, en el sueño
o el deseo, en la necesidad o el silencio, en la presencia o la oscuridad. Sé
que me piensas y me encantaría acompañarte, e incluso hasta iría tras de ti.
martes, 1 de noviembre de 2016
Preocupación
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